Primeros auxilios
Los primeros auxilios son
cuidados inmediatos y provisionales que se aplican a las víctimas de accidentes
o enfermedades repentinas, en el mismo lugar del hecho, hasta disponer de un
tratamiento especializado. Su propósito
es aliviar el dolor o ansiedad de la persona afectada y disminuir las posibles
complicaciones derivadas de su condición, y de la misma situación. Para lo cual
es necesario tener el conocimiento tanto de lo que se debe hacer, como de lo
que no se debe hacer, ya que una actuación equivocada puede producir
complicaciones graves.
Objetivos de los primeros
auxilios:
Conservar la vida.
Evitar complicaciones físicas y psicológicas.
Asegurar el traslado de las victimas a un centro
asistencial.
Normas generales para la
aplicación de primeros auxilios.
1. Se
debe mantener la calma en todo momento, pero actuar rápidamente. Es
importante mantenerse tranquilos ya que si la persona que brinda los primeros
auxilios se descontrola puede ejecutar una acción equivocada que ponga en
peligro a la(s) victima(s). También es importante actuar rápidamente para
aumentar las posibilidades de sobrevivencia de la víctima y disminuir el riesgo
de secuelas. Está demostrado que durante los primeros 30 minutos posteriores al
incidente (accidente o enfermedad súbita); es donde ocurre el mayor porcentaje
de muertes.
2. Hacer una composición del lugar. Al llegar se debe hacer un rápido reconocimiento del lugar donde ocurrió el hecho. Primero verificar cuantas victimas hay y el estado general de las mismas. Inmediatamente se debe verificar la seguridad del lugar donde se encuentran, y comprobar si existe riesgo de peligro, una vez determinados los posibles peligros, se debe asegurar el lugar. Se debe garantizar una zona segura tanto para las víctimas como para quien brinda los primeros auxilios. Por ejemplo, verificar que no haya riesgo de derrumbe, o fugas de gas, o arrollamiento.
3. Llamar
a los servicios de emergencia. Una vez hecho el reconocimiento de la
situación, se debe llamar inmediatamente para solicitar la atención y el
traslado de las víctimas, narrando brevemente la situación y dando a conocer el
número de victimas y sus condiciones generales.
4. No
mover al herido innecesariamente.
Como norma básica y elemental no se debe mover a nadie que haya sufrido
un accidente. Cuando se haga la valoración de la víctima se deben evitar los
movimientos innecesarios. No permitir al lesionado levantarse o moverse. Si hay
sospecha de fractura, se debe inmovilizar.
Las únicas razones por las que se puede mover un herido son:
Para poderle aplicar los primeros auxilios.
En caso de que por su ubicación o posición no se le puedan aplicar las acciones
de primeros auxilios.
Para evitar el agravamiento de sus heridas.
Para protegerle de un nuevo accidente. Por ejemplo, en una carretera o cuando hay
riesgo de explosión o derrumbes.
5. Examinar
bien al herido. Es imprescindible realizar una inspección exhaustiva para
detectar todas aquellas alteraciones críticas o vitales que pongan en peligro
la vida de la víctima. Empezando por la cabeza se debe verificar si respira, si
tiene pulso, si esta consciente, si sangra, si tiene alguna fractura, si
presenta quemaduras o si ha perdido el conocimiento. Se debe ser muy minucioso
en esta inspección y cerciorarse de no obviar nada. Afloje la ropa del
accidentado y verifique que las vías respiratorias estén libres de cuerpos
extraños.
6. Coloque
a la víctima en posición lateral de seguridad (PLS). Para evitar que las
secreciones puedan obstruir las vías respiratorias.
7. Mantener al herido con una temperatura
óptima. Se debe cubrir con una manta para evitar la perdida de calor
corporal.
8. No dar
de beber a una persona lesionada, jamás. Al valorar el estado de la victima
observamos sus condiciones generales, si la persona ha sufrido una lesión o se
encuentra en estado de inconsciencia, no se le debe dar a ingerir ningún tipo
de líquidos, ni mucho menos sólidos, ya que existe peligro de que los líquidos
penetren la vía aérea y se ahogue. Si la victima conserva la consciencia y no
presenta ninguna herida profunda, se le pueden dar muy lentamente pequeños
sorbos de agua o te caliente (si hace frío), nunca alcohol.
9. Tranquilizar
a la víctima. Hay que comunicarse continuamente con la víctima. Si no
conocemos a la victima se recomienda buscar su identificación y llamarla
frecuentemente por su nombre (esto es cuando hay varias personas brindando
auxilio, o si el estado general de la victima lo permite). En el caso de que
conserven el estado de conciencia, es normal que en una situación traumática,
las victimas sientan miedo, angustia y ansiedad. Por ello es importante
tranquilizarlas, hacerles sentir que no están solas y que ya se les esta
brindando la ayuda necesaria. Orientarlas en cuanto a la conducta a seguir y
ofrecer apoyo, como llamar a familiares o personas cercanas para que le
acompañen.
10. No
dejar nunca solo al accidentado.
11. No
hacer más que lo indispensable. Si se intentan hacer demasiadas cosas, se
retrasará el traslado de la víctima. Los primeros auxilios no reemplazan a la
asistencia sanitaria, solo son medidas para estabilizar a la victima y reducir
los riesgos de complicaciones mientras se traslada a un centro asistencial, por
lo tanto; hay que limitarse a
proporcionar solo aquellas medidas estrictamente necesarias para mantener a la
víctima con vida y propiciar un correcto traslado.
Principios de acción de emergencia:
Evaluación
inicial del área. Al llegar a la escena se debe realizar una evaluación
perimétrica para establecer un diagnóstico de lo sucedido en el escenario. Cuando
hay múltiples víctimas; se debe realizar una evaluación de las lesiones más
graves, para establecer prioridades de atención.
Evaluación
de la víctima. Si el lugar es seguro, se debe iniciar la evaluación básica,
tomando en cuenta consciencia, respiración y circulación.
Al valorar a una
víctima para determinar su condición lo primero que debemos evaluar es su
estado de consciencia. En tal sentido, una persona puede estar consciente o
inconsciente y de eso van a depender las acciones a tomar.
Manejo
inicial de la emergencia súbita. Brindar atención basados en las lesionas
más graves o síntomas que aquejan a la persona en el siguiente orden:
1.
Problemas respiratorios.
2.
Problemas cardíacos.
3.
Hemorragias.
4.
Fracturas.
5.
Quemaduras.
6.
Intoxicaciones.
Los problemas respiratorios. Pueden
incluir desde falta de aliento, no poder tomar respiraciones profundas, jadear
y sentir que no se esta recibiendo suficiente aire, hasta la ausencia total de
movimientos respiratorios. Las causas más comunes incluyen algunas afecciones y
emergencias repentinas.
Si la victima
está inconsciente, se aplica la técnica VOS; es decir, ver, oír, sentir. Para esto
nos colocamos de rodillas a su lado, acercamos nuestro oído a su cara manteniendo
nuestra mirada hacia el pecho de la victima, de esta manera podremos ver si su
pecho se eleva durante la expansión pulmonar de la respiración, oiremos su respiración
y sentiremos el aire exhalado. Si comprobamos que no hay respiración; hay que
aflojar la ropa que esté ajustada, examinar las vías respiratorias para
verificar que no haya ningún cuerpo extraño obstruyendo el paso de aire,
valorar el pulso, y si es necesario, comenzar a dar RCP cuanto antes.
Si hay algún objeto
extraño obstruyendo las vías aéreas hay que proceder a extraerlo. En este caso
se le dice a la persona que tosa, si la persona puede toser, se le anima a
hacerlo, esta acción le resultará de ayuda para expulsar el objeto. Si la
victima no puede toser, se le aplica la técnica de los 5 golpes en la espalda
en medio de los 2 omóplatos, seguido de 5 presiones abdominales.
Si la víctima
está consciente, tiene pulso y respiración, verificar si usa inhalador y
ayudarle a usarlo, sentarlo o colocarlo en posición semisentado para abrir las vías
aéreas y facilitar la expansión pulmonar.
Si hay heridas
abiertas en el cuello o pecho deben cerrarse inmediatamente aplicando un
vendaje. Una herida en el pecho que “succiona” permite la entrada de aire a la
cavidad torácica con cada respiración, coloque un vendaje en la herida;
utilizando un envoltorio plástico, bolsa plástica o compresa de gasa cubierta
con vaselina sellando la herida y dejando solo una esquina abierta para
permitir la salida de aire que está atrapado en el pecho.
Los problemas cardíacos. Si nota que el
afectado esta teniendo una afección cardíaca, procure que la persona se siente,
descanse y trate de mantener la calma, afloje cualquier prenda de vestir
ajustada, pregúntele si toma medicamentos para el dolor torácico como
nitroglicerina, por alguna enfermedad cardíaca que padezca y ayúdele a tomarlo.
Solicite ayuda médica. Si la víctima esta inconsciente y no reacciona, solicite
ayuda medica y luego inicie la RCP.
En caso
de hemorragias. si la hemorragia es externa; lo primero es detenerla, para esto se debe
colocar un vendaje compresivo en el área lesionada. Manteniendo presión firme
en la zona. Si es en los miembros, estos se deben mantener en alto. Si la
hemorragia no se detiene con la
compresión de la herida, hay que colocar un torniquete aproximadamente 10 cm
por encima de la herida (esta medida es solo en caso extremo). Si es posible;
lavar la herida, empezando por la zona que rodea la lesión y luego la lesión
misma. Luego cubrir la lesión para evitar la contaminación de tejidos. Si hay
sospecha de hemorragia interna, colocar a la victima en PLS y vigilar hasta que
llegue la ambulancia.
En caso
de fracturas. Inmovilizar el miembro afectado, lo aconsejable es
entablillar de articulación a articulación con un material moldeable como
cartón o madera para asegurar que no se mueva el hueso y no lesione un vaso
sanguíneo o músculo.
Cuando
hay quemaduras. Se pueden retirar la ropa no adherida a la piel, se debe
enfriar la lesión (cuando es inferior al 15% de cuerpo), dejando caer agua
potable o limpia durante 15 minutos sobre la herida. No enfriar lesiones
superiores al 15%, no usar hielo, ni aplicar ningún tipo de pomada o ungüento. Se debe colocar un vendaje estéril no
compresivo.
En caso de intoxicación. Si la persona
esta consciente; preguntar que pudo haber causado la intoxicación, aflojar la
ropa y colocar en PLS lejos del sitio de exposición.
Valoración del estado de consciencia.
Víctimas conscientes: se le llama por su
nombre (si lo tenemos a la mano), se deben evaluar las lesiones, vigilar si hay
sangrado o riesgo de hemorragia interna, traumatismos. Si manifiesta dolor. Si
no hay evidencia de traumatismo, se le pide que mueva sus 4 extremidades una a
una. Se mantiene en posición de seguridad, bajo observación y se brinda apoyo
emocional mientras llega la ayuda. Se debe evitar hablar de los detalles del
suceso, ni mencionar las condiciones de los acompañantes; si los hubiere y estos estén en malas condiciones.
Víctimas inconscientes: se evalúan sobre
la base de 3 parámetros: consciencia, respiración y circulación.
1.
Se llama a la persona (preferiblemente por su
nombre, si lo tenemos a la mano).
2.
Se verifica la respiración con la técnica VOS
(ver, oír, sentir).
3.
Se toma el pulso en la región carotídea:
a). Inconsciente,
respira y tiene pulso → Se mantiene
en PLS bajo observación, vigilando
constantemente el pulso y la respiración.
b). Inconsciente,
no respira y tiene pulso → hay que
proceder a dar RCP.
c). Inconsciente,
no respira y no tiene pulso →hay que
proceder a dar RCP.
La Reanimación Cardiopulmonar o RCP.
Es un procedimiento de emergencia para salvar vidas, que se utiliza cuando una persona ha dejado
de respirar y/o el corazón ha cesado de latir.
La RCP combina respiraciones de boca a boca; para suministrar aire a los
pulmones y compresiones cardíacas para
restituir la actividad del corazón. El
tiempo de compresiones son 120 compresiones por minuto, las cuales se distribuyen
en 5 ciclos de 30 compresiones por 2 ventilaciones (respiración boca a boca) de
manera continua.
30
compresiones torácicas X 2 ventilaciones X 5 ciclos
Si en una situación de emergencia, se determina la
necesidad de dar RCP, primero se llama al servicio de emergencias para
solicitar ayuda e inmediatamente después se procede a iniciar la reanimación,
excepto en los casos de niños menores de 12 años y bebes; en donde se debe
aplicar 1 minuto de RCP primero, posteriormente llamar para solicitar la ayuda
y continuar con la RCP hasta que se estabilice o hasta que llegue la ayuda, lo
que ocurra primero. Si durante el proceso de dar RCP llega la ayuda, no debemos
detenernos hasta que el personal de paramédicos nos releve.
Se coloca a la víctima en una superficie segura y
rígida, en posición de decúbito supino y se le afloja la ropa. El reanimador se
coloca de rodillas a un lado de la
persona en la parte superior del pecho, manteniendo los brazos y codos lo mas
rectos posible, colocando una mano sobre la otra entrecruzando sus dedos y
colocándolas sobre el esternón en el centro del pecho de la víctima y se procede a dar 30 compresiones profundas,
rápidas y constantes, luego se eleva
ligeramente la mandíbula de la victima para despejar la vía aérea y se insufla aire en su boca 2 veces, se
repite esto por 5 ciclos continuos. Después de los 5 ciclos se verifica
nuevamente pulso y respiración, si no hay resultados, se inicia nuevamente otro
ciclo de RCP por 5 ciclos más, hasta que evidenciemos restitución de la respiración
y el pulso.
Cuando se reanima a un bebe, las compresiones se aplican
solo con la yema de los dedos índice y medio de una mano, en la misma
frecuencia que para un adulto, pero con aproximadamente 4 cm de
profundidad. Las ventilaciones se
aplican cubriendo boca y nariz del bebe con la boca del reanimador, si se usa
mascarilla; igual debe cubrirse la boca y nariz del bebe con la mascarilla.
Existen 3 formas de reanimación, que son:
Reanimación cardiopulmonar básica. Solo alterna
compresiones con ventilación sin la utilización de ningún dispositivo especial.
Es la que se usa en los primeros auxilios.
Reanimación cardiopulmonar intermedia. Utiliza
dispositivos no invasivos para dar soporte a la reanimación, como AMBÚ, cánulas
y accesos periféricos no invasivos.
Reanimación cardiopulmonar avanzada. Utiliza todo el
equipo de soporte invasivo y el tratamiento farmacológico de emergencia para
restaurar la actividad del corazón.
Gracias, hasta la próxima...
Lcda. Paola Di Zio